dilluns, 25 d’agost del 2014

SEMANAS DE SINDEL-2

       La misicalidad de la lluvia.

Hoy dia, con el cambio climático, cuando se anuncian lluvias, ya se piensa en inundaciones, deslizamientos,  y muchas pérdidas materiales y humanas. Todos
los noticiarios llevan gran cantidad de títulos y todo tipo de fotografias en las portadas, y filmaciones que ponen los pelos de punta. Y por desgracia pasa así.
Yo recuerdo, los tiempos, y los tengo muy  presentes, en que llover era una bendición del cielo. Después de mucho esperar, empezaban las primeras gotas, a caer con calma. Poco a poco se veian llenar las cisternas, crecer los torrentes i los  riachuelos. Y solo muy de tarde en tarde habia subidas amenazadoras, o inundaciones un poco importantes.
Lo más común era, que lloviera moderadamente y se pudiera escucha dias i dias, aquella música del chin-chin. Una monótona cancion, que invitaba a quedarse en la cama, con placer, oyendo la lluvia tintinear encima de la baranda del balcón, o en la repisa de la ventana. Un verdadero placer, arrebujarse debajo la ropa, al resguado de la humedad.
Era una lluvia, que sanaba la sed de los sembrados, que daba un nuevo color a los árboles, llenava los manantiales. Limpiaba tejados, y preparaba los campos para vestirlos de colores vivos y resplandecientes. Además perfumaba todo el ambiente,  y se respiraba aquél olor a tierra mojada, que abria las narices y despertaba todos
los sentidos.
No sé como ha llegado este cambio tan repentino. Aun teniendo los mejores servicios meteológicos, que hacen pronósticos acertados, y que las edificaciones están preparadas y són más sólildas, yo me canso de ver calles que són como barrizales, garages inundados y cantidad de electrodomésticos tirados por inservibles. Y lo mas grave: gente arriuinada y deshecha, qeu es lo que más afecta y rompe el corazón.
La musicalidad de la lluvia ha pasado a ser aquel ruido infernal que precede una desgrácia. Muy diferente a lo que se vivía, unos pocos años atrás. deberíamos buscar la respuesta urgentemente!...

8 comentaris:

Sindel Avefénix ha dit...

Es cierto, no sé si antes las lluvias eran menos intensas o el clima era diferente, pero no se le temía a las tormentas. Ahora hay que preparase para ver que traen y a cuánta gente dejan sin nada. Creo que hasta el clima está enfurecido con nosotros ultimamente.
Qué lindo doble aporte! Gracias!
Beso inmenso

Unknown ha dit...

Es verdad lo que dices. Hasta la lluvia ha cambiado. Será fruto de los años, yo la sigo amando igual, venga como venga, con sus mil caras..
Te dejo un puñado de besos de luz.
¡Feliz día !

casss ha dit...

Tal cual lo dices...
Solo nos queda la poesía para seguir evocando aquellos días en que la lluvia cantaba, no bramaba como lo hace hoy.

besos

Montserrat Sala ha dit...

Así es Sindel: no solo cambia la tecnología y la informática. También ha cambiado la meteorología, y esto es más grave.
UN abrazo y muchas gracias.

Montserrat Sala ha dit...

maria del carmen nacer: no se trata de amarla o no amarla. Se trata de que dá miedo ver una nube en el horizonte y ya te pones a temblar. Y si no viene peor.
Gracias por dejarme tu opinión.Un beso enorme.

Montserrat Sala ha dit...

Eso és Casss: Solo la poesia puede hacer el milagro.
Gracias por pasarte, amiga.
Un fuerte abrazo.

Tracy ha dit...

Llevas razón, la climatología la estamos cambiando nosotros mismos y la naturaleza nos responde como nos merecemos.
Abrazos.

LAO ha dit...

¡que linda descripción de lo que fue la lluvia de nuestra infancia amiga Monserrat! ¡puro sentimiento en tus palabras!